Convertir un aula pública en un aula Montessori
Dijo María Montessori que “la primera tarea de la educación es agitar la vida, para después dejarla libre…”.
Se puede trabajar con esta pedagogía tanto en la etapa Infantil como en Primaria. Se recomienda que los maestros adquieran especialización mediante cursos externos (que nosotros mismos impartimos y lleamos un seguimiento) o un plan de formación del propio centro dónde su trabaja (con el que también podemos colaborar). Y es que la base teórica es determinante para una correcta aplicación del método; también es importante una cierta capacidad de cambio personal en la concepción de la infancia.
Montessori estableció que hasta los 6 años, la infancia atraviesa una serie de períodos sensibles, que los adultos podemos convertir en oportunidades extraordinarias, favoreciendo así su desarrollo. Hay una premisa de partida basada en la observación para conocer el comportamiento de los niños, aunque Montessori nos ahorra trabajo explicando que las niñas y los niños en realidad pueden ser ordenadas y obedientes (pero de una forma activa, no sumisa). Somos los mayores los que imponemos ciertos criterios al evaluar la conducta y malinterpretamos ciertos hechos, en parte por nuestros propios prejuicios. Y aquí es dónde entran en juego esos períodos sensibles:
Con 3 años los peques son tremendamente curiosos y su desarrollo neuronal permite comportamientos complejos que si no son bien atendidos provocarán inquietud y frustración. A los 5 años cualquier niño ha desarrollado pensamiento mágico, y también buscan reconocimiento.. Y cerca de los 6 años es cuando verdaderamente disfrutan junto a otros niños, y a partir de cuándo es posible una socialización no impuesta.
Para llevar Montessori a las aulas es necesario el compromiso de los maestros, responsabilidad de los alumnos… pero contando que por la etapa evolutiva en la que se encuentran los niños, necesitan explorar el mundo cercano, y después el externo, hasta ser capaces de entenderlo, de ahí la importancia de una buena preparación física de las aulas.
Espacios muy bien organizados, áreas de trabajo individual y en grupo, sin escritorios, pero con mesas, los niños se desplazan libremente a las áreas de su interés (no son forzados a permanecer en una silla), decoración tranquila y acogedora, decoración basada en los trabajos de los alumnos, espacios de lectura o reflexión adornados con elementos naturales (una planta, peces en la pecera…).
Desde el área de formación para centros educativos desarrollamos diversos planes y proyectos a la medida de nuestros clientes, en este sentido brindamos una amplia gama de soluciones, si estás interesado en conocer más sobre cómo podemos ayudarle a implementar el método montessori en su áula o áulas de su centro educativo no dude en contactar con nosotros a través de nuestro teléfono 952275086 o envíe un correo a formacion@ybeagroup.com, le responderemos lo más pronto posible.